¿Qué pueden aprender los directivos de El Padrino de Francis Ford Coppola?
El Padrino es una de las obras maestras del cine mundial. Y también una gran herramienta para aprender management analizando las decisiones de los líderes de la familia Corleone...
En 1972 se estrenó El Padrino de Francis Ford Coppola en los teatros. La película fue nominada a 10 Oscars y ganó 3, incluido el de mejor película. Aún es considerada una obra maestra del cine. A pesar de que la película y el libro de Mario Puzo están basados en historias del crimen, sus raíces son mucho más profundas. “Se trata de un estudio sobre el poder”, comentó cierta vez Coppola. De hecho, El Padrino es un tratado sobre el Arte de la Gerencia.
La historia bulle con violencia: adversarios que son asesinados de un tiro en la cabeza, estrangulados en coches, ejecutados en puertas giratorias o asesinados durante un masaje. Sin embargo, la violencia es sólo el telón de fondo en la teoría de Puzo sobre ganar y aferrarse al poder a través de la dominación del mercado y la estructura organizacional.
Puzo podría de igual modo haber expuesto sus teorías en una novela romántica, o bien en una thriller de negocios. Su elección del mundo de la Mafia fue coincidencia; había leído diversos libros sobre la Mafia y le inspiraron. Creó algunos aspectos por sí mismo e intentó imaginar otros. El término “Padrino” era relativamente obscuro antes de que Puzo abriese el pestillo. Descubrió la palabra en un libro sobre costumbres de la familia siciliana y la popularizó con su libro.
Hoy en día, se puede ver El Padrino como si fuese un manual maquiavélico moderno: una colección de maliciosas reglas en un contexto inmoral. No deseamos de ningún modo alentar al comportamiento de los gánsters de la película de Coppola; sin embargo, la película puede aportar consejos brillantes para los gerentes, en forma de diez mandamientos y una regla sagrada:
1. Cree en los cimientos de cada trato. Nunca trabajes con gente en la que no creas. Corleone despide a un capo de la droga que se infiltra en su territorio, a pesar de que el gánster le ofrece el 30% de sus beneficios a cambio de protección.
2. Comerciar con servicios es más rentable que comerciar con dinero. Siempre que sea posible, Corleone paga en favores antes que en dinero, cultivando lealtades personales, que son más valiosas que el dinero. Y puesto que siempre paga a sus socios primero, su balance siempre es positivo (todo el mundo le debe a él). Por tanto, puede pedir favores en cualquier momento, sin acumular sus propias deudas.
3. Nunca desaproveches la oportunidad de hacerle un favor a alguien. Y pide sólo favores de vez en cuando. Cuanto menos a menudo pidas favores, mejor funciona la economía. Así, podrás descansar con la garantía de que tus peticiones nunca serán rechazadas.
4. La jerarquía es importante. Si el estatus de Don Corleone como El Padrino hubiese sido ignorado, sus decisiones no hubiesen tenido el mismo peso. El Padrino es afable, pero no democrático. Deja a los demás que enfaticen su lugar en el ranking, de modo que no tiene que hacerlo él mismo.
5. No te lo tomes personalmente, son sólo negocios. Es lo que los asesinos dicen justo antes de disparar, y es lo que un paterfamilias dice justo antes de delatar a su mejor amigo. En negocios, tomarse los ataques personalmente puede nublarte el juicio. Las cabezas más frías son las que suelen predominar.
6. No dejes que nadie ajeno a tu familia se entere de lo que realmente piensas. Corleone no confía sus dudas y cavilaciones a nadie a parte de los miembros más próximos de su familia. La consistencia de su comportamiento le hace predecible, y ello fortalece su influencia.
7. Con frecuencia, la competencia fuerza a hacer una purga. No intentes evitar el conflicto-afróntalo. En El Padrino, dos familias neoyorquinas están en lucha continua. Ambas tienen sus propios territorios, sin embargo cada una de ellas intenta sacar del mercado a la otra. Cada año, sus tácticas se vuelven más brutales. Un mayor conflicto acontece y es entonces cuando firman la paz. Las familias recuerdan que comparten valores y acuerdan un código de conducta. Mario Puzo, en este caso, es un auténtico liberal económico: no son las fuerzas del orden (la policía), quien hace las reglas; son los participantes en el negocio.
8. Identifica los cambios del mercado pronto y responde a ellos suavemente. Corleone se hizo rico con apuestas y prostitución, pero sabía que el negocio de la droga lo destruiría en los siguientes años. Debido a que temía dañar a su propio negocio, sin embargo, rechazó actuar agresivamente en respuesta a la demanda de un nuevo producto con mejores márgenes. Al final, pierde ambos, el viejo y el nuevo mercado.
9. Transfiere todo el poder a tu sucesor, apóyalo incondicionalmente y concédele toda la autoridad. Cuando Vito Corleone abandona la escena, a su hijo Michael se le confieren totalmente los poderes. El hombre viejo da la bienvenida de manera entusiasta a cada una de las decisiones del joven, manda a todos los consejeros a él directamente, y le da sus consejos sólo en privado. Evita cometer el error que tienen muchos patriarcas de empresas, que a menudo tienen problemas a la hora de irse.
10. El poder se desvanece. Defiéndete a ti mismo frente a pequeñas derrotas. El Padrino tropieza cuando la competencia caza furtivamente a un par de empleados de bajo rango. La traición debilita su aura de invencibilidad. La competencia toma nota de ello y hace proposiciones a los miembros del círculo más cercano de El Padrino. Y la espiral cuesta abajo comienza.
Una regla es sagrada, y la muerte es el castigo para quien ose romperla: “Nunca deshonres a tu familia”. Traducido para gerentes, esta regla significa: “Tu lealtad pertenece a aquellos que te pagan. Sus intereses son tus intereses”.