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viernes, 30 de noviembre de 2012

Qué es un Protocolo Familiar?


¿Necesito uno? 
¿Para qué sirve?
   

Un alto porcentaje de empresas familiares  manifiestan su  necesidad de sentar las bases de la relación familia-empresa de los propietarios actuales y futuros.

Esta necesidad de organizar las cosas se hace más evidente a medida que se suceden las generaciones familiares y aumenta la complejidad de las relaciones entre todos los  involucrados.

También existen situaciones en que -por ahora- no se hace necesario contar con un protocolo. En este caso, la empresa y la familia pueden apostar por reglamentos o normas de cumplimiento obligatorio para todos sus miembros y que pueden servir de base para un futuro protocolo.


¿Qué es un protocolo familiar? 
Protocolo Familiar es un acuerdo marco de naturaleza jurídica, que contiene elementos o pactos propios de distintos contratos y que sirve de norma a la que han de ajustarse otros pactos complementarios de carácter más concreto, firmado entre familiares socios de una empresa, actuales o previsibles en el futuro, con la finalidad de regular la organización y gestión de la misma, así como las relaciones entre la familia, la empresa y sus propietarios, para dar continuidad a la empresa, de manera eficaz y con éxito, en la siguiente generación familiar.

El Protocolo Familiar es un instrumento que regula las relaciones entre los miembros de la familia y la empresa. Se trata de un mecanismo que trata dar respuesta a los problemas que pueden surgir a la hora de plantearse la titularidad, sucesión y gobierno de una Empresa Familiar y que puede llegar a afectar a las relaciones profesionales, económicas o incluso personales entre familia y empresa.
 
Este conjunto de pactos o códigos de conducta que suscriben los miembros del grupo familiar para garantizar la permanencia de la empresa es lo que se recoge en un Protocolo Familiar. Es, en realidad, un criterio único de actuación que aborda cuestiones de ámbito empresarial y familiar.
 
El origen de los Protocolos Familiares puede encontrarse fundamentalmente en los países de tradición anglosajona, donde es considerado como un indicador de buen gobierno de las Empresas Familiares.
 
Precisamente la figura del Protocolo Familiar se encuentra indisolublemente unida a la realidad de la Empresa Familiar que, como es bien conocido, constituye la parte fundamental del tejido empresarial. La complejidad de este modelo de empresa, en razón a los elementos personales y profesionales que confluyen en la misma, es lo que impulsa en ocasiones la necesidad de elaborar un Protocolo Familiar. 

En definitiva, se trata de articular un mecanismo de reflexión y unos pactos que aseguren la continuidad de las sociedades de carácter familiar en un entorno económico cambiante, globalizado y competitivo, dotándolas de una mayor profesionalización.


¿Por qué es necesario?
La Empresa Familiar tiene ventajas evidentes que nacen de los valores esenciales de la familia pero también poseen trampas peligrosas que tienen su origen en la confusión de la dirección estratégica de una empresa con la vida familiar.

Las familias se ven a sí mismas como entes informales y libres, lo que hace que su respuesta inicial a la sugerencia de crear un protocolo familiar sea verlo como algo absolutamente innecesario. “¿Quién lo necesita?”, dicen. “Nos conocemos lo suficientemente bien. Si hay que hablar de algo nos sentamos y lo arreglamos en un momento”. Y el padre/propietario, si es sincero, añadirá: “Mi familia sabe dónde está y qué puede esperar. Yo dicto las normas. ¿Por qué ponerlas por escrito?”.

En muchos casos, esta “informalidad” da resultado y la empresa sigue adelante durante un tiempo. Sin embargo, algunos propietarios comprueban que a medida que crece la familia y que el negocio se va haciendo más complejo, la elaboración de un protocolo familiar formal y escrito puede convertirse en uno de los activos más valiosos que pueden legar a las generaciones futuras.

Y es que en un negocio familiar no hay nada más doloroso que un desacuerdo que ponga al descubierto viejas heridas y malentendidos familiares, contraponiendo las inflexibles creencias de una facción de la familia con las no menos inamovibles de la otra.

Cuando esto sucede, la empresa es frecuentemente un testigo y un rehén. Y con demasiada frecuencia las peticiones de ayuda llegan justo al final de este largo proceso, cuando todo el mundo está tan deseoso de ganar que una solución sencilla es imposible.

La mayoría de conflictos en Empresas Familiares se pueden predecir. Son tan previsibles como una desaceleración en el mercado: a pesar de que no sabemos cuándo sucederán, sabemos que sucederán tarde o temprano. Los conflictos que tienen lugar con más frecuencia se enmarcan en preguntas tales como ¿qué hijo se quedará con la empresa, quién recibirá los beneficios de los bienes familiares, quién tendrá el control, cómo puedo separarme de la familia o a qué me da derecho ser un accionista que no trabaja en la empresa?
Si las familias predicen este tipo de cuestiones y crean líneas de actuación de común acuerdo con todos, estarán rebajando las posibilidades de que se produzcan conflictos y se tomen decisiones incorrectas. Para eso debe servir un protocolo familiar. Funciona como un método preventivo contra problemas que puedan surgir en el futuro. Creando acuerdos vinculantes de gobierno se está estableciendo el marco en que tendrá lugar la sucesión, además de aportar criterios claros para la toma de decisiones y crear mecanismos de ayuda para la resolución de conflictos y desacuerdos antes de que sea demasiado tarde.

Los protocolos son, en otras palabras, instrumentos de gobierno. Establecen el marco y el foro de trabajo para un grupo de iguales que afectan a diversas cuestiones, crean políticas y métodos, definen claramente los derechos y las obligaciones de los participantes y marcan las decisiones sobre importantes temas que tienen en común.

A medida que una familia va creciendo con el paso de las generaciones y sus ramificaciones la hacen aumentar con miembros que cada vez tienen menos puntos de contacto, se hace necesario dotarla de un gobierno que establezca las estructuras que controlarán las operaciones financieras y de negocios de sus miembros y que asegure que cada miembro recibe un trato justo.

Para saber por qué un protocolo familiar es importante podríamos hacer un paralelismo con la Constitución de un país, que es para muchos un modelo de representatividad democrática. Mediante este documento, diversos entes (estados, comunidades, pueblos) pueden institucionalizar sus relaciones para reducir sus conflictos y crear una única entidad.

Un protocolo familiar expresa la voluntad de la familia para las generaciones futuras. Más importante aún, crea una base sobre la que mantener la confianza en el seno familiar y que guiará la distribución de recursos. El documento ayuda a aclarar las expectativas de todos para que los miembros de la familia no tengan que recurrir a las ciencias esotéricas para entender lo que mamá, papá o el tío tenían en mente para ellos.

También le da a los miembros de la familia la seguridad de saber qué pueden esperar del negocio, así como la manera en que pueden participar en él y continuar sacando provecho del mismo. A pesar de que puede dejar cosas sin especificar, como quién podrá entrar en el negocio o quién lo va a liderar, el documento marca las líneas para tomar estas decisiones.

Pero a diferencia de los países, la mayoría de las familias no tiene un buen sistema judicial que medie en las disputas. Un protocolo puede ayudar a definir los valores y los objetivos que deben tenerse en cuenta para resolver los conflictos.

martes, 27 de noviembre de 2012

Para Recordar



“Si usted no sabe dónde va, posiblemente termine en algún otro lugar, pero nunca dónde usted deseaba”. 

A mayor incertidumbre, mayor es la necesidad de planificar.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Tu Negocio NO Crece ¿Qué Hacer?


 
¿Hace cuanto tiempo iniciaste tu negocio? 
¿En éste tiempo tu negocio ha cubierto tus expectativas? 
¿Ha crecido o se encuentra estancado? 

Estas son algunas de las preguntas que te puedes estar haciendo ahora. Pero acaso ¿sabes cuáles son las causas por las que el tiempo pasa y tu negocio no crece?  


Te parece que es tiempo de empezar a investigar qué es lo que está pasando, revisemos tres sencillas ideas que te serán de utilidad para hacer tu análisis y estar en posibilidad de empezar a encontrar respuestas.

1.- Cómo es la organización de tu negocio? 
Tienes definida una organización real de tu negocio o has venido improvisando a lo largo de todo éste tiempo. Tu respuesta es vital, pues una de las causas que los negocios no crezcan es que éstos se encuentran desorganizados. La organización y el orden son elementos que te permite darle estructura a tu negocio. Esto es que en tu empresa cada uno sabe dónde se ubica en la misma; sabe lo que tiene qué hacer; sabe cómo aprovechar los recursos de la empresa; tiene claro los objetivos a cumplir en el corto y mediano plazo. Sabe hacia dónde dirigir sus pasos. Contesta a estas cuestionantes y te aseguro que empezaras a encontrar el origen de tu falta de crecimiento.

 2.- Hacer crecer la empresa implica también que la empresa tiene definida una estrategia de crecimiento. 
Cómo van a avanzar o ser productivos sus empleados, si de entrada no conocen la estrategia para crecer.  Acaso tú no has definido una estrategia y tu empresa va sin rumbo, sólo camina a la deriva. Entonces tú, toma el control real y si no has diseñado las metas a cumplir, no has planeado lo que se tiene que hacer, no tienes claro lo a donde quieres llevar a tu empresa, es hora de empezar; ya que si tú no has establecido la dirección a seguir, seguramente tus empleados no tienen  claro nada, y en ese sentido, ellos son sólo un elemento más en tu negocio, y no son un motor de crecimiento. Ellos no están comprometidos con tu proyecto de empresa, y esta es otra causa del estancamiento.

3.- Dirigir una empresa no es tarea fácil, pero sí es una tarea que se puede desarrollar. 
Sí tú tienes la entereza, la habilidad y capacidad de hacerlo estas del otro lado. Entonces ahora también es importante que tú te preguntes cuáles son tus características como líder y directivo de tu negocio. Esta también puede ser una causa que tu empresa no crezca. Toda dirección debiera tener la habilidad de conducir al éxito su negocio. Si la causa del estancamiento de tu empresa se relaciona directamente con tu actuación, es tiempo de tomar al toro por los cuernos y actuar, es decir, si no tienes las habilidades de dirigir adquiérelas, capacítate, nadie nace sabiendo.

Indudablemente eres un experto en los temas técnicos de tu negocio, pero y qué sabes de la organización administrativa. No crees que es tiempo de mover tu empresa hacia un crecimiento. Empieza a ver tu empresa desde otra óptica. Apártate de la rutina de tus actividades empresariales e inicia una nueva etapa, incorpora elementos que te permitan hacer el análisis de lo que pasa en tu empresa y diseña la estrategia a seguir en tu negocio; estos son elementos que te serán de utilidad para llevar tu negocio hacia donde quieres, y también te permitirá cambiar o corregir el rumbo, por tanto es tiempo de dejar de ir a la deriva, es tiempo de mover los obstáculos que están deteniendo tu negocio.

martes, 20 de noviembre de 2012

Cuando el Negocio de la Familia necesita un Plan de Sucesión


Tener un negocio puede ser el mayor activo de una familia, 
y también su mayor fuente de conflicto.

Dos áreas en particular parecen tener el mayor potencial para provocar errores en la vida de un negocio familiar: 

- Involucrar a los miembros de la familia en la empresa
- Planear la sucesión en los cargos directivos.

Las familias que planean con tiempo y superan estos obstáculos con éxito podrían asegurar una transición más tranquila para su compañía. 

Algunos consejos sobre cómo alcanzar estas metas.
 
Comuníquese a tiempo
Usualmente es fácil darse cuenta de quiénes son los hijos interesados en el negocio familiar. Son los que hacen preguntas o sugerencias sobre éste.

Cuando haya identificado el interés y cuando los herederos sean lo suficientemente maduros como para tomar decisiones responsables, convoque una reunión familiar a la que asista un tercero, como un consultor de gestión, para ver quién, o si alguien, desea unirse a la empresa y posiblemente liderarla algún día. El tono de la reunión no debe ser amenazante, los padres deben tener un plan de sucesión alterno para que los herederos no se sientan obligados a trabajar en la empresa familiar.

Jeff Fishman, un asesor financiero en Los Ángeles, cuenta que el hijo de 25 años de uno de sus clientes entró a trabajar en el negocio de su padre para complacerlo. El hijo dejó en claro que no le interesaba dirigir la empresa, pero su padre insistió en que lo intentara. El joven trabajó por seis meses y decidió que de todas formas quería ser director de cine.

"Si no hay un deseo, es muy posible que el esfuerzo sea en vano", agrega Fishman, quien a menudo le recuerda a sus clientes que sus herederos quizás no desean participar en el negocio familiar. Eso puede ser difícil de comprender por parte de los padres, especialmente si han forjado su identidad alrededor de una empresa. Algunos padres nunca "logran superar" la decepción, asegura Fishman. La comunicación es incluso más importante cuando el heredero desea liderar la empresa algún día. Él o ella deberían desarrollar las habilidades que la empresa necesita antes de asumir el máximo cargo.
 
Sucesión sin contratiempos
Las sucesiones sin problemas necesitan mucho trabajo y entendimiento. Nombrar la nueva cabeza de un negocio familiar nunca debe ser una decisión apresurada o definitiva. Las responsabilidades a largo plazo, los requerimientos del empleo y el momento de la transición deben ser entendidos con mucho tiempo de anticipación por todas las partes involucradas. 

Arturo Giacosa, un gestor de patrimonio en Miami cuenta la historia de un cliente que quería que su hijo se hiciera cargo del negocio familiar. El padre envió al hijo a cursar un MBA, pero apresuró la sucesión formal antes de que éste estuviera realmente preparado. 
El padre decidió que lo mejor era no "aferrarse al cargo por mucho tiempo", como había visto hacer a otros patriarcas, dice Giacosa. Un viernes transfirió el control de la compañía y el cargo de presidente a su hijo. Pero el lunes, el nuevo líder no había encontrado un rol para su padre, a quién le habría gustado un cargo gerencial temporal, y no pareció importarle el haber dejado al patriarca por fuera de las decisiones de la empresa. Las relaciones familiares se desintegraron rápidamente y al final el negocio colapsó.

El padre y el hijo deberían haber discutido un plan formal de transición, dejando en claro sus roles temporales y a largo plazo, dice Giacosa. Es bueno recordarles a los herederos que el negocio no es un regalo, sino una "tremenda responsabilidad y que deberían esforzarse para ganar el derecho a administrarlo", asegura Clemens Ast, un asesor de negocios familiar de Kansas.

También existe el riesgo de irse al otro extremo: los padres a veces pueden excederse a la hora de exigir que sus hijos prueben su valor. Fijar expectativas poco realistas o supervisarlos demasiado puede alejar a las personas talentosas. 

Para eliminar la sensación de que nacen con derecho a dirigir la empresa, muéstreles la forma en la que la compañía es importante para otros, como los clientes y empleados, o invítelos a participar en las actividades filantrópicas de la empresa, sugiere Joseph Astrachan, director ejecutivo del Cox Family Enterprise Center de la Universidad Estatal de Kennesaw. En los casos en los que la familia, la junta directiva o un comité deciden nombrar un presidente ejecutivo ajeno a la familia, asegúrese de que los problemas internos no afecten el proceso de selección, dice Alfred Peguero, un contador público de San Francisco. 

Fuente: WSJ

martes, 6 de noviembre de 2012

Las Cosas que Debe Hacer un DGP* Cada Semana

(*)DGP: Director, Gerente y/o Propietario.

Leí hace unos meses un post sobre  "trece cosas que debe hacer un CEO de una start-up cada semana". Estas trece recomendaciones son extensibles a cualquier directivo o empresario.

Estas pautas de comportamiento incluyen todo tipo de temas, profesionales, físicos o personales, ya que una buena dirección empresarial depende de todos los aspectos que pueden influir en la persona que desempeña esta función.




Las seis primeras claves

  1. Fíjate un objetivo: la empresa no debe caer en distracciones y si sólo puede hacer una cosa bien debe dedicarse a ello. Ese objetivo debe estar siempre presente y, si hace falta, repetirse cada día.

  1. Eres tan bueno como el equipo que te rodea: El equipo hay que cuidarlo, motivarlo, fomentar su crecimiento profesional. Debes tratarlo como si fuer tu familia y hacer de la empresa no un lugar donde trabajar sino un medio de vida. Recibe de ellos el feed-back necesario para mejorar.

  1. Toma el pulso a la compañía: alrededor de la empresa hay clientes, proveedores, seguidores en las redes sociales, etc. tome el pulso a lo que ellos esperan de su empresa. Además su manera de comportarse se reflejará en la compañía y proyectará esa misma imagen, si el jefe sonrie la empresa sonreirá; si el jefe es paciente la empresa será paciente; si el jefe se olvida de decir gracias o buenos días, la empresa tampoco dirá gracias o buenos días.

  1. Pasa el 75% de su tiempo trabajando en el producto:La empresa en buena si el producto es bueno por tanto hay que poner el foco en lo que ofrecemos, en su calidad.

  1. Ejecuta y trabaja sobre los números: métricas, presupuestos, etc. Envíe a su equipo informes semanales sobre la evolución del negocio y así se obligará a si mismo a trabajar sobre esos datos y sobre el desarrollo de los mismos y la consecución de los objetivos.

  1. Haz ejercicio: A nivel personal, el estrés de la actividad hace necesario que se dedique un tiempo al cuidado físico y a descargar la energía y las preocupaciones de la actividad. El ejercicio físico puede servir como válvula de escape para ello. 
Siete consejos más
     
   
1.    Obtén feed-back: Es importante recibir información de todo lo que rodea la empresa en torno a cómo se están haciendo las cosas. Es necesario conocer los errores que se están cometiendo para poder mejorar y esa información nos la pueden proporcionar los clientes, los proveedores o incluso la gente del propio equipo que forma la empresa. Debemos obtener esta información para poder crecer.

  1. Sal de la oficina: El mundo de la empresa está en la calle, hay que salir para tomar contacto con ella. No se puede dirigir una empresa desde un despacho, de espaldas al mundo real que es donde realmente la actividad de la empresa tiene sentido.

  1. Relaciónate y participa en foros con otros empresarios: las relaciones sociales son importantes, tanto desde el punto de vista profesional como personal. Se puede aprender mucho de otros colegas que pasan o han pasado por situaciones similares.

  1. Gestiona tus finanzas: En todo momento debe conocer cuál es su situación financiera, de cuánto dinero dispone y cómo pueden repercutir sus decisiones en esa situación económica.

  1. Actúa como un inversor: Al final de cada semana ha de preguntarse si las acciones de esa semana han incrementado el valor de la empresa, si el esfuerzo realizado tendrá el retorno esperado.

  1. Diviértete: El trabajo es duro y consume mucha energía, por eso es necesario divertirse con él. Lo contrario puede ser el origen de muchos errores.

  1. Ama: Ama a la compañía, a los compañeros, a los inversores, a los clientes y sobre todo a las personas que tienes en casa y hacen que te levantes por la mañana.